Conocer mejor nuestra historia

Entrar en los durmientes legajos del Archivo Municipal supone traspasar la puerta que conecta el mundo actual del ruido, la televisión, las prisas, con otras épocas aún cercanas o alejadas en el tiempo varios siglos, con las calles de guijarros, los caminos de tierra, las bestias, el esparto, el cáñamo, el vivir pausado.
Una sociedad viva y en progreso como la nuestra, con los pies en el hoy y la mirada puesta en el futuro, no debe avanzar sin tener presente su historia, sus vivencias y sus costumbres de otros tiempos que han ido labrando lo que hoy es Cehegín, lo que somos.
El sordo y eficiente trabajo que en los últimos años se ha venido realizando en el Archivo Municipal de Cehegín, apenas conocido por unos pocos, aunque sí disfrutado, quizás inadvertidamente, por toda la ciudadanía, debe proyectarse en otras actividades que (sin olvidar las administrativas, de catalogación, etc.) hagan llegar hasta el más recóndito lugar la noticia de cómo ha sido nuestra sociedad, sus gentes, sus hábitos, sus aciertos y, por qué no, sus equivocaciones. Me refiero a tareas como la creación de este primer número de Alquipir, que nos transporta una muy pequeña parte del Archivo Municipal hasta nuestras casas y nuestras bibliotecas. Sin duda, también deberán emprenderse otras vías (cursos de paleografía, concursos de escolares … ), para que esa documentación que guarda las raíces de Cehegín despierte y sienta el aire cuando abramos los libros y cuadernos que la contienen.
No es posible terminar este prólogo sin reconocer el esfuerzo de las personas que, desde hace mucho tiempo, han venido trabajando y estudiando sobre Cehegín. De igual modo, hay que congratularse por quienes han colaborado en este primer número de Alquipir, ya que lo han hecho posible y forman parte de esa sólida garantía que vela por nuestra identidad. Por último, no quiero evitar referirme al trabajo de coordinación y búsqueda realizado por el responsable del Archivo y la sensibilidad del Ayuntamiento, al que me honro en pertenecer,
porque ha sabido apostar por Cehegín y su historia.

Onofre López Alarcón
Concejal de Cultura
Abril de l991

Ir al contenido