Ya fue motivo de satisfacción para todos los amantes de la Historia de Cehegín, el poder encontrar entre los estantes de sus bibliotecas, aquella modesta encuadernación que, bajo el simbólico título de ALQUIPIR, se erigió en compendio de notables pasajes del devenir de nuestro pueblo, logrados de la sensible inquietud de quienes han sabido desvelar, constantes y pausados, los secretos enterrados bajo el manto del tiempo, custodiándolos, celosos y conscientes de su importancia, como tesoros vivenciales de nuestros antepasados y transmitiéndolos, a través de virtuosas plumas que, dispuestas a modo de máquina del tiempo, parecen guiar a los lectores por los, hasta ese momento, inescrutables recodos de los viejos caminos que se pierden en el horizonte de los siglos.
Lo es ahora más, si cabe, para quienes nos sentimos honrados en el patrocinio público de aquel primer número, que nacía con un claro afán de prosecución pero que – ahora es justo descubrirlo – , soportaba las sombras de esas borrascosas nubes que se ciernen sobre todo proyecto innovador; cuando el número dos se dispone a iluminar la vida cultural de Cehegín.
Deseamos que la continuidad, afortunadamente lograda y que debe ser motivo de orgullo para ese creciente número de autores contemporáneos que constituyen el alma de la publicación, cause positiva impresión en los destinatarios de este nuevo ejemplar, aglutinador de las conservadas ilusiones iniciales y del ánimo renovado que se impone a sus creadores, con el solo motivo de ver franqueadas aquellas primeras dificultades.
Fruto de esta mezcolanza es un índice, plagado de sugestivos títulos y de rúbricas conocidas, con el que, de nuevo y con el rigor que las caracteriza, podremos descubrir y adentrarnos en apasionantes capítulos de ese libro, largo tiempo carcomido y en venturoso rejuvenecimiento, de la Historia, unas veces trascendente, otras cotidiana, siempre interesante, de Cehegín.
Mi sincero y profundo agradecimiento a quienes lo hacen posible, entregando su sapiencia y dedicación a una sociedad que sólo puede progresar desde el conocimiento de su pasado.
Pedro Abellán Soriano
Alcalde-Presidente